miércoles, 20 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

HASTA SIEMPRE....



HASTA SIEMPRE.........

"LOS INFORMALES Y EL FRIO"

Mientras comían juntos y distantes y tensos
ella muy lentamente y él como ensimismado
hablaban con medida y doble parsimonia
de temas importantes y de algunos quebrantos

entonces como siempre o como casi siempre
el desvelo social condujo a la cultura
así que por la noche fueron al teatro
sin tocarse un ojal ni siquiera una uña

su sonrisa la de ella

era como una oferta un anuncio un esbozo
su mirada la de él
iba tomando nota de cómo eran sus ojos

y como a la salida soplaba un aire frío
y unos dedos muy blancos indefensos y tristes
apenas asomaban por la sandalia de ella
no hubo más remedio que entrar en un boliche

y ya que el camarero se demoraba tanto
llegaron cautelosos hasta la confidencia
extra seca y sin hielo por favor y fumaron
y entre el humo el amor era un rostro en la niebla

en sus labios los de él
el silencio era espera la noticia era el frío
en su casa la de ella
halló un café instantáneo y confianza y cobijo

una hora tan sólo de memoria y sondeos
hasta que sobrevino un silencio a dos voces
como cualquiera sabe en tales circunstancias
es arduo decir algo que realmente no sobre
el probó sólo falta que me quede a dormir
y ella también probó y por qué no te quedas
y él sin mirarla no me lo digas dos veces
y ella en voz baja bueno y por qué no te quedas

y sus labios los de él
se quedaron gustosos a besar sin usura
sus pies fríos los de ella
que eran sólo el comienzo de la noche desnuda

fueron investigando deshojando nombrando
proponiéndose metas preguntando a los cuerpos
mientras la madrugada y los temas candentes
conciliaban el sueño que no durmieron ellos

quién hubiera previsto aquella tarde
que el amor ese célebre informal
se dedicara a ellos tan formales

Mario Benedetti

martes, 12 de mayo de 2009

10

La noche fue muy larga y más cuando ella apenas durmió, no quería perderse ningún movimiento, ningún detalle de él. Notó como sus pies en un momento se enlazaron a los de ella y los sintió ardiente, seguro que quería comprobar si los suyos estaban fríos como otras noches, notó como cuando él se daba la vuelta se preocupaba de arroparla para que no sintiese frío, como se levantó dos veces. Pensó que en su vida (hasta conocerle a él) no se había despertado en la cama con otra persona, era en cierto modo algo más íntimo que el acto sexual, una indicación deliberada de lazos emocionales, una adhesión a él. Al final el sueño la venció y se quedó dormida con la cabeza apoyada en el cálido hombro de él.

Se despertó sobresaltada cuando vio que entraba una ráfaga de luz por entre las rendijas de la ventana, se levantó, cogió su ropa y salió de la habitación sin apenas hacer ruido, para no despertarle. Eran las once, demasiado tarde. Se vistió lo más deprisa posible y entró de nuevo en la habitación en penumbra. El yacía en el lecho, salió precipitadamente.

Cuando salió a la calle el sol estaba ya muy alto y hasta que no se metió en el subterráneo no tomó conciencia de los acontecimientos pasados. Algo le había sucedido en los últimos días, pues se daba cuenta de que había aprendido mucho y había tenido numerosas experiencias en poco tiempo. Ya no podría volver alegremente, al día sin preocuparse por el mañana. Había cambiado. Aquello la entristeció, pues despertó en ella sentimientos de pérdida, como si le hubieran amputado algún miembro sin pedirle permiso.

En el vagón, confundida con la gente observó a los viajeros que estaban cerca de ella y miró con curiosidad a un señor que estaba leyendo el periódico ajeno a lo que ocurría a su alrededor; llevaba un traje oscuro debajo de un mugriento gabán, le hacía gracia como se bamboleaba y le resultaba difícil estarse quieto con el vaivén...... Fin

lunes, 4 de mayo de 2009

9

Tímidamente, sin apenas haber cruzado dos palabras entro en la habitación contigua y sus ojos instintivamente se fijaron en la cama. No había nadie y respiró profundamente. Se respiraba un ambiente muy frío.

De una manera automática se desnudó y procedió a meterse en la cama sin siquiera mirarse, sin tocarse un ojal.
- “ En el armario tienes un pijama” – Es lo mismo – fueron sus únicas palabras. Intentó hacerse la dormida mientras él a su lado leía un libro. Trató de imitar la respiración de una persona dormida para que él creyese que estaba agotada. Al mucho rato apagó la luz y a oscuras le preguntó - ¿A qué hora te levantas mañana?- pero no contestó ella seguía fingiendo que dormía, pero ahora con los ojos abiertos. Volvió la cabeza e intentó verle el rostro, pero estaba demasiado oscuro, solo pudo sentir su cuerpo cerca de ella debajo de las sabanas.

Podía oír su respiración y respiró con avidez el aroma limpio y masculino que él desprendía, una irresistible combinación de jabón, loción para el afeitado y carne varonil, percibir su aroma tan personal. La mano de ella intentó tocarle por debajo de la ropa, pero desistió de su intento, no quería que él supera que ella aún estaba despierta....